Eran las siete de la tarde de ayer domingo en pleno corazón de la calle Feria, concretamente en la Real Parroquia de Omnium Sanctorum, cuando se abrieron las puertas y comenzó a salir el cortejo que precedía a una de las imágenes marianas de gloria más reconocida y antigua de la ciudad. La Reina de Todos los Santos bendijo un año más a Sevilla.
Numeroso público, entre curiosos y fieles, además de devotos y miembros del cortejo acompañaban a la Reina de todos los santos, que nunca estuvo sola por las calles de su feligresía.
Destacar la belleza de su magnífico paso procesional, así como el elegante aunque serio exorno floral en tonalidades blancas, y el excelente repertorio musical que ofreció la Banda de música del Maestro Tejera.
Por último, destacar que Antonio Santiago fue el encargado de mandar la cuadrilla de costaleros que se encargó este 2010 de que la Reina de todos los Santos pudiera visitar las calles de su barrio.
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